A medida que fui creciendo y empecé a entender el mundo que me rodeaba, mi miedo a volar en aviones también fue aumentando. Un miedo completamente irracional, considerando que el avión es uno de los medios de transporte más seguros del mundo. Sin embargo, cada vez que subía a un avión, la ansiedad y el nudo en el estómago se apoderaban de mí, y mi mente se llenaba de pensamientos oscuros sobre posibles catástrofes.
Curiosamente, mientras escribo este artículo, estoy precisamente a bordo de un avión que me lleva a otro país en nombre de Palpa, la empresa que fundé hace algunos años. Reflexionando, me doy cuenta de que durante los últimos años he logrado manejar y dominar de a poco el miedo irracional a volar, al mismo tiempo que logro equilibrar mis emociones al emprender y liderar un equipo.
En este artículo, busco explicar, desde mi perspectiva y experiencia, cómo emprender y el miedo a fracasar ha sido parecido a enfrentar el miedo a volar en avión.
Emprender y volar
Tanto emprender como volar me han generado momentos de mucha ansiedad en mi vida. Gran parte de las veces estos se desencadenaban por miedos irracionales, situaciones que se escapan de mi control y otras preocupaciones cotidianas. Esto me afectaba profundamente, y buscaba desesperadamente tomar control de las situaciones, sin éxito.
Con el tiempo y mucho trabajo por detrás, he aprendido que para poder manejar situaciones como el fracaso o temor a los aviones, es necesario alcanzar un equilibrio emocional. Esto es lo que me ha permitido seguir adelante.
Quiero compartir con ustedes un poco de los aprendizajes que he adquirido en este viaje de conocimiento propio y trabajo duro. Debo reconocer que aún me falta un largo camino por delante, por lo que estoy ansiosa a descubrir lo que la vida tiene por enseñarme.
1. Conocer el riesgo
Un punto clave que me ayudó a superar mi miedo a volar fue educarme sobre cómo funcionan los aviones. Conocer las estadísticas de seguridad y entender el proceso de vuelo en sí.
Esto se traduce directamente al mundo del emprendimiento. Comprender tu negocio y su contexto puede reducir el temor a fracasar. A medida que adquieres conocimiento y te familiarizas con tu industria y mercado, la incertidumbre disminuye y la confianza crece.
Además, considero importante tener una meta clara que te guíe e incentive todos los días, una razón que te llene por dentro y te ayude a levantarte en tus momentos más difíciles. Para mí, esa meta es que todas las mujeres del mundo conozcan su cuerpo y se realicen el autoexamen de manera mensual, logrando cambiar las cifras y aumentar las tasas de supervivencia del cáncer de mama. Puede ser que mi meta parezca imposible, pero sé que cada día estoy a un paso menos de alcanzarla.
2. Controlar las emociones
Tanto el miedo a fracasar como el miedo a volar pueden ser abrumadores. Sin embargo, es esencial recordar que, aunque no tenemos control absoluto sobre las circunstancias externas, podemos controlar nuestras emociones y respuestas.
Ser racional, reconocer el miedo y evitar que nuble nuestro juicio son pasos vitales para mantener el equilibrio emocional. Cuando me encuentro bloqueada o frustrada por una situación, trato de imaginar cuál es el peor escenario posible, eso me ayuda a darme cuenta de que casi todo tiene una solución.
3. Enfrentar los Momentos de Angustia
En el mundo empresarial, principalmente en los emprendimientos, los problemas financieros y el futuro del negocio suelen ser preocupaciones del día a día, los cuales, a menudo, generan mucha angustia. Este sentimiento se acentúa al darnos cuenta de que hay un equipo que depende de tus decisiones.
Para superar esta angustia, reviso los casos de éxito, recuerdo la importancia de Palpa para la sociedad y celebro cada uno de los logros obtenidos. De manera similar a cuando escucho ruidos inusuales en un vuelo que me causan pánico, vuelvo a las estadísticas y al hecho de que los aviones son extremadamente seguros, lo que me tranquiliza.
4. Equilibrio Emocional
El equilibrio emocional es esencial para el éxito. Significa reconocer que en la balanza de la vida y del emprendimiento existen momentos difíciles, pensamientos negativos y angustias, pero también no hay que dejar de ver el otro lado de la balanza, el lado positivo, donde está la misión y valores de la empresa, las necesidades que estamos resolviendo, los éxitos obtenidos y el equipo que hemos formado.
¿Cómo logramos ese equilibrio?
Es importante aprender de angustias pasadas y entender el presente, para así estar mejor preparados en el futuro. Liberarnos de la idea de que el fracaso es el fin y empezar a reconocer cada uno de ellos como un aprendizaje, es esencial para encontrar tranquilidad mental.
A base de mi experiencia personal, puedo decir que para mantener este equilibrio, las siguientes personas han sido cruciales:
- La familia. Nos brindan un apoyo incondicional, tanto en los mejores como en los peores momentos.
- Los amigos. Son quienes nos distraen, nos hacen olvidar las preocupaciones y nos llenan de energía positiva.
- El equipo. Delegar tareas y comprender que no todo recae en nosotros es esencial para alcanzar el equilibrio.
- Tiempo para uno mismo. No debemos olvidarnos de cuidarnos a nosotros mismos y encontrar momentos para relajarnos y recargar energías.
Recapitulando
El viaje del emprendimiento puede ser tan turbulento como un vuelo en avión, pero con una mentalidad equilibrada y las herramientas adecuadas, podemos superar los obstáculos y alcanzar nuestros destinos con éxito.
Este viaje es largo, aún me quedan experiencias por vivir y conocimientos por aprender. Las invito a comentar sus propias experiencias y consejos para superar situaciones similares.
¡Gracias por ser parte de esta travesía!
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