Hace un par de meses, Juanita Lira, influencer y creadora de la Ruta Saludable, falleció a causa de un cáncer de mama. Juanita se convirtió en un ícono de resiliencia e inspiró a miles de mujeres en Chile. Su esposo, José Pedro Aninat, nos comparte su historia desde una perspectiva diferente, desde la versión del acompañante, mostrándonos una historia de amor y superación. Hoy, él nos comparte valiosas lecciones de vida en esta emotiva entrevista.
Entrevista JP
¿Cómo afectó a su dinámica el diagnóstico de cáncer?
Nuestra dinámica cambió radicalmente después del diagnóstico, como si tomáramos un camino completamente diferente al que esperábamos. Todos nuestros planes y proyectos pasaron a segundo plano, y algunos incluso desaparecieron porque simplemente ya no eran posibles. Lo que antes parecía importante quedó relegado.
¿Qué le recomendarías a otras parejas que están pasando por lo mismo?
A otras parejas les recomendaría que se entreguen a lo que venga, sin importar si es bueno o malo. Proyectarse demasiado puede llevar a una enorme frustración, especialmente cuando las cosas no salen como esperabas.
Vivir el día a día, disfrutar lo cotidiano y valorar lo que tienes en el presente, es lo que realmente ayuda a enfrentar una situación tan incierta como esta. Cada momento cuenta, y la clave está en aprender a apreciarlo.
“Me vi a mí mismo como un cuidador, un compañero inquebrantable, y fue ahí donde comprendí que el amor puede transformarte en alguien que nunca pensaste que serías.”
¿Qué aprendiste sobre ti mismo mientras acompañabas a la Juani en su enfermedad?
Lo más grande que aprendí es que el amor realmente lo puede todo. Descubrí una versión de mí que no sabía que existía, alguien dispuesto a dejar todo de lado por el bienestar de su pareja. Nunca pensé que podría ser tan incondicional, pero cuando estás en esa situación, te das cuenta de la fuerza que puede surgir cuando amas de verdad. Me vi a mí mismo como un cuidador, un compañero inquebrantable, y fue ahí donde comprendí que el amor puede transformarte en alguien que nunca pensaste que serías.
¿Qué cambios ha habido en tu perspectiva de la vida después de esta experiencia?
Acompañar a alguien con cáncer metastásico es una experiencia que te cambia profundamente. Te ves atrapado en un ciclo de tratamientos, clínicas y médicos, lo que realmente te hace replantearte qué es lo que vale la pena en la vida. Para mí, todo lo que antes parecía importante dejó de serlo. Aprendí a no preocuparme por las banalidades y a centrarme en lo que de verdad importa: disfrutar de las pequeñas cosas y estar rodeado de personas que te aportan algo positivo. Mi vida ahora se basa en identificar a esas “personas vitamina”, personas que te llenan de energía y apoyo, y trabajar para fortalecer esas relaciones. Todo lo demás se vuelve secundario.
Reflexión personal de JP:
Primero, quiero dirigirme a todos los hombres que tienen a una mujer cerca: invítenlas a hacerse chequeos, sin excusas. Poder evitar lo que me tocó vivir sería el mayor logro de una vida, y lo digo desde la experiencia. Normalmente, los mensajes sobre la prevención del cáncer de mama se dirigen a las mujeres, pero los hombres también podemos ser parte activa de esta prevención, ayudando a concientizar y a reducir los casos.
Además, los invito a disfrutar cada pequeño momento, a valorar desde lo más insignificante hasta lo más grandioso. Esta forma de vivir me ayudó muchísimo durante la enfermedad, me permitió ser el mejor acompañante que pude ser para mi esposa, y ahora me está ayudando a ser el mejor viudo que puedo ser. Aprender a apreciar lo cotidiano no solo me sostuvo en ese proceso, sino que sigue dándome fuerzas para seguir adelante.
"Aprender a apreciar lo cotidiano no solo me sostuvo en ese proceso, sino que sigue dándome fuerzas para seguir adelante"
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