Creo que cuando te dicen "tienes cáncer" es uno de los peores momentos del proceso, porque piensas que te vas a morir ahí mismo. Pero después de que ya vas pasando por las diferentes etapas, te das cuenta de que esto es una prueba más de vida, una prueba bien dura, pero que no te va a tocar una carga más pesada de la que uno puedo soportar, que tienes fuerzas que no pensabas que tenías, y que tienes a un montón de gente alrededor tuyo que se preocupa infinito por ti, y que sin pensarlo van en la ayuda de uno. Quizás para mí eso fue una de las cosas más difíciles, porque estaba acostumbrada a yo ayudar al resto, pero ahora estaba enferma, así que tenía que asumir eso y dejar que otros me ayudaran a mí.
Tener cáncer me hizo dar cuenta que tenía que tener más tiempo para mí y que mis sueños eran tan importantes como los de otros. Aunque siento que tener cáncer no fue tan terrible como yo pensé que sería, no se lo daría a nadie, porque te cambia tu vida de repente, sin aviso, y no solo la tuya, sino que también de los que están cerca, y nadie está preparado para eso, ¡por eso es fundamental que nos cuidemos a nosotras mismas!
APRENDIZAJE
El testimonio de Valentina nos recuerda la importancia del autocuidado y la atención temprana en la detección de enfermedades como el cáncer de mama. Su experiencia nos motiva a estar alertas ante cualquier cambio en nuestro cuerpo y a buscar ayuda médica sin demora. Valorar nuestra salud y destinar tiempo para cuidarnos a nosotros mismos es fundamental. Siguiendo el ejemplo de Valentina, podemos enfrentar los desafíos con valentía y encontrar el apoyo necesario en nuestras relaciones cercanas. Recordemos que nuestra salud es valiosa y merece ser priorizada. ¡Cuidémonos a nosotros mismos y vivamos vidas plenas y saludables!
"Creo que cuando te lo dicen es uno de los peores momentos del proceso, porque piensas que te vas morir ahí mismo. Pero después de que ya vas pasando por las diferentes etapas, te das cuenta que esto es una prueba más de vida"
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