La menstruación es un fenómeno natural que experimentamos las mujeres. A pesar de su frecuencia, estamos poco informadas sobre este proceso y cómo puede influir en diversos aspectos de nuestras vidas. Hoy nos enfocaremos en particular en la relación entre la menstruación y deporte, explorando cómo puede afectarnos y proporcionando consejos para manejarlo de manera óptima.
Hoy en día, no se considera contraindicado realizar ejercicio durante el periodo menstrual. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la menstruación puede tener efectos en nuestro rendimiento deportivo. En este artículo, explicaremos cómo la menstruación puede influir y ofreceremos algunos consejos para abordar estos días de ejercicio de la mejor manera posible.
Nuestro ciclo menstrual va mucho más allá de “nuestros días”. Seguramente has sentido que en ciertas semanas estás más cansada de lo normal, mientras que en otras te sientes llena de energía. Esto no es casualidad, se debe a las distintas fases de nuestro ciclo hormonal, menstruación, fase folicular y/o proliferativa, fase ovulatoria y fase lútea y/o secretora.
Cada fase está caracterizada por cambios hormonales que pueden influir en tu energía, resistencia y tu rendimiento al momento de realizar ejercicio. A continuación, te explicaremos estas fases y algunos ejercicios recomendados para cada una de ellas:
En esta fase inicia la preparación para un posible embarazo, con el estrógeno actuando para el crecimiento de folículo ovárico. Con niveles de estrógeno en aumento, también se incrementa la energía y resistencia, lo que facilita ejercicios intensos y prolongados.
Durante esta etapa, los niveles de estrógeno vuelven a aumentar, lo que desencadena la ovulación. Esto significa más energía y mejor rendimiento físico, especialmente para ejercicios de fuerza. Además, el estrógeno contribuye a una mejor recuperación muscular.
Al final del ciclo menstrual, los niveles de estrógeno y progesterona aumentan, estimulando el crecimiento del revestimiento uterino en preparación para un posible embarazo. Cuando no hay fertilización, este revestimiento se desprende, dando inicio a un nuevo ciclo. Durante esta fase, es frecuente experimentar cansancio y una disminución de la energía, síntomas asociados a los cambios hormonales en curso.
Durante el ciclo menstrual, las mujeres experimentan diversos cambios, abarcando aspectos físicos, psicológicos y hormonales, los cuales pueden tener un impacto significativo en nuestro rendimiento deportivo.
En el periodo menstrual, las fluctuaciones hormonales pueden originar síntomas físicos que necesitamos comprender para adaptar nuestras rutinas de entrenamiento. En este contexto, algunos de estos efectos son:
Junto a los efectos físicos, las alteraciones hormonales pueden influir en el estado emocional y psicológico. Por ello, podemos experimentar:
A pesar de los desafíos, mezclar la menstruación y deporte puede ofrecer beneficios significativos. Estudios sugieren que la actividad física regular puede aliviar el dolor y los síntomas físicos y emocionales asociados con el ciclo menstrual que mencionamos anteriormente. Mantenerse activa puede mejorar el estado de ánimo y la sensación general de bienestar.
La menstruación no debería ser un obstáculo para realizar ejercicio. Si ajustamos el entrenamiento según nuestro ciclo, podemos aprovechar mejor los beneficios del ejercicio. Conocer, escuchar y adaptar nuestras rutinas según la fase que estamos experimentando nos ayudará a aprovechar mejor nuestra energía y darnos pausas cuando nuestro cuerpo lo necesita.